Si has llegado hasta aquí, probablemente te estás preguntando para qué sirve una base de datos. Normalmente, entendemos este término como una especie de almacén informático donde podemos guardar mucha información de forma ordenada. Sin embargo, su utilidad va mucho más allá.
Si has llegado hasta aquí, probablemente te estás preguntando para qué sirve una base de datos. Normalmente, entendemos este término como una especie de almacén informático donde podemos guardar mucha información de forma ordenada. Sin embargo, su utilidad va mucho más allá.
Actualmente, entre los millones de bases de datos existentes en el mundo, varias destacan por la increíble cantidad de información que guardan. Labase de datos más grande del mundo pertenece al WDCC (World Data Centre for Climate). Esta contiene 220 terabytes de información que permiten realizar simulaciones climáticas y realizar estudios sobre la evolución del clima en el planeta tierra.
Prácticamente, cualquier negocio posee una o varias bases de datos, incluso sin que tengamos conocimiento de ello. Y es que, las bases de datos son un elemento fundamental para el funcionamiento de cualquier empresa, ya que incluso la pequeña y mediana empresa, necesitan almacenar información de manera fiable.
En los últimos años, las bases de datos han tomado especial relevancia a la hora de tomar decisiones de negocio. Y es que, las bases de datos no solo almacenan información de todo tipo, sino que, aplicando las herramientas correctas, todos los negocios están en capacidad de extraer información valiosa y relevante que sume a su evolución. ¿Quieres saber qué es y para qué sirve una base de datos? A continuación, te lo explicamos detalladamente.
¿Cuál es el origen de las bases de datos?
Las bases de datos se originaron muchísimo antes de lo que puedas imaginar. De manera arcaica, ya en la antigüedad se recogía información sobre censos de población o las cosechas. Esta se registraba en papiros y se almacenaba en bibliotecas. Aunque algo arcaicas, estas fueron las primeras bases de datos.
Si hacemos referencia a su origen informático, en 1884 Herman Hollerith desarrolló un tabulador electromagnético que permitía almacenar datos en tarjetas perforadas.
Allá por 1960, la información empezó a guardarse en cintas magnéticas de forma secuencial. Más tarde, en los años 80, se crearon las primeras bases de datos relacionales, y en los 90, empezaron a surgir las bases de datos tal y como las conocemos hoy en día.
¿Para qué sirve una base de datos?
Los sistemas de gestión de bases de datos permiten almacenar una extensa cantidad de información facilitando su uso posterior. Esta información puede ser consultada, actualizada o modificada para obtener respuestas concretas y de forma ágil.
Así mismo, las bases de datos son los pilares de una ingente cantidad de software. Detrás de un programa de contabilidad o recursos humanos encontramos siempre una base de datos que permite procesar los resultados y mostrarlos en pantalla.
Ocurre lo mismo con una web, una tienda online o las redes sociales. Cualquier programa informático utiliza una base de datos para guardar y consultar información.
Además, las bases de datos permiten a los usuarios realizar operaciones para obtener información desde una vista global y generar reportes. Esto nos permite tener una visión más amplia para tomar decisiones estratégicas, predecir eventos futuros o detectar tendencias y anomalías.
Por otro lado, las bases de datos tienen ciertas características que hacen que la información tenga:
Independencia lógica y física: las bases de datos mantienen su estructura, independientemente del uso de los usuarios o de los cambios físicos en la infraestructura.
Integridad: reducen a su mínima expresión las inconsistencias y la redundancia de datos.
Concurrencia: permite que varios usuarios puedan trabajar simultáneamente sobre la misma base de datos.
Seguridad de acceso: las bases de datos disponen de distintos sistemas para garantizar la seguridad de la información almacenada.
Consultas complejas optimizadas: incluso en grandes bases de datos es posible realizar consultas complejas de forma rápida.
Auditoría: todas las acciones ejecutadas en la base de datos se registran para poder revisarlas posteriormente.
Respaldo y recuperación: las bases de datos permiten realizar copias de seguridad para su respaldo y recuperación.
Fácil manejo: utilizan lenguajes muy similares al humano como el SQL (Standard Query Language) para facilitar su manejo.
Elementos de una base de datos
Con el objetivo de almacenar la información de una forma estructurada y fácil de entender o procesar, las bases de datos emplean distintos elementos. La combinación de estos permite crear una base en la que se puedan realizar consultas con el fin de obtener resultados concretos.
Tablas: son la base sobre la que se guardan los datos. Se componen de filas y columnas que dan lugar a los campos de almacenamiento, formando así cada uno de los registros.
Relaciones: las tablas se relacionan entre sí utilizando claves primarias y secundarias y crean conexiones de información.
Acciones: se puede añadir, modificar y eliminar datos de una tabla y de su propia estructura.
Consultas: los usuarios pueden ejecutar consultas para extraer información.
Procedimientos: para automatizar tareas y facilitar el manejo de la información.
Vistas: simplifican la presentación de información mostrando solo los campos deseados.
Disparadores: disparan una acción concreta cada vez que se cumple una condición.
Formularios: facilitan la consulta o el ingreso de datos a los usuarios.
Tipos de bases de datos
Con el paso del tiempo se han ido creando distintos tipos de bases de datos para cubrir las necesidades particulares de los usuarios. Entre estas encontramos:
Relacionales: son las más utilizadas. La información se guarda en tablas estructuradas que se relacionan entre ellas. Suelen emplear el lenguaje SQL.
No relacionales: utilizan un esquema de información no relacional más flexible y rápido. Utilizan lenguaje NoSQL.
Orientada a objetos: la información se guarda utilizando entidades que tienen propiedades, métodos y características propias.
Orientadas a Grafos: la información se guarda en nodos que se relacionan mediante aristas que generan una especie de red interconectada.
Distribuida (Blockchain): la información se guarda en cadenas de bloques que se replican en diferentes nodos. Son la base de la famosa blockchain y las criptomonedas.
Bases de datos más populares
Actualmente, existen distintos sistemas para gestionar bases de datos que cubren diferentes necesidades: robustez, tipo de base de datos, flexibilidad, escalabilidad, tipo de proyecto, etc. Los más populares son:
Oracle: base de datos relacional desarrollada por la multinacional Oracle. Está pensada para grandes proyectos que necesitan bases de datos robustas, escalables y que permitan almacenar grandes cantidades de información.
MySQL: es uno de los sistemas para bases de datos relacionales más usados para aplicaciones web. Es Open Source y dispone de diversas herramientas para su administración.
MongoDB: sistema de base de datos de código abierto NoSQL. Está orientada principalmente para almacenamiento de grandes volúmenes de documentos.
Microsoft SQL Server: es un motor de bases de datos relacional desarrollado por Microsoft, el cual permite almacenar grandes cantidades de información para grandes proyectos.
¿Por qué las bases de datos son oro puro para tu negocio?
Las diferentes bases de datos del mercado nos permiten almacenar datos de una forma segura, rápida, organizada, flexible y escalable. Así podemos guardar la información de nuestro negocio fácilmente, evitando la duplicidad de datos y aumentando la productividad gracias a la coherencia, la centralización, compartición y concurrencia.
Con el paso de los años, las bases de datos se han transformado de un lugar donde almacenar datos a una fuente de información valiosa. Y es que el tratamiento de grandes conjuntos de datos permite extraer información y tomar decisiones estratégicas.
Por ejemplo, gracias a la explotación de los datos almacenados en las bases de datos, es posible generar informes, optimizar los procesos de negocio, descubrir tendencias, predecir demandas o detectar anomalías. En este punto, elegir la herramienta de visualización de datos correcta, como PowerBI, Looker, Tableau u otras, es fundamental para facilitar la comprensión de los datos y sacarle el máximo partido.
De esta forma, los datos se convierten en una mina de oro puro para las empresas. De ellos es posible extraer una gran cantidad de conocimiento, información muy valiosa de tus clientes y nuevas oportunidades de negocio. En una era totalmente digitalizada, los datos son la clave a la hora de generar negocio, mejorar la eficiencia y aumentar la satisfacción del cliente.
En Incentro llevamos más de 25 años trabajando con datos. Sabemos que extraer valor de tus datos es una ventaja competitiva que llevará tu organización al siguiente nivel. ¿Quieres saber cómo? ¡Contáctanos y te lo contamos sin ningún compromiso!