En este post vamos a hablar sobre las API, o en español, interfaz de programación de aplicaciones: qué son, para qué sirven, características, tipos y ejemplos.

Una API es el conjunto de protocolos y definiciones que se usan para integrar y desarrollar el software de las apps.
La finalidad de las API es unir sus productos y sus servicios con otros sin saber cómo se implementan, lo que ayuda al desarrollo de las apps además de ahorrar tiempo y dinero.
Sin duda, una función imprescindible para aportar una buena experiencia de usuario a los clientes ya que entre muchas otras cosas ayudan a reducir los tiempos de respuesta.

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La mayor y más importante función de las API es ayudar a los desarrolladores y hacer que ganen en tiempo y dinero. Por otro lado también son muy útiles cuando queremos utilizar de manera intencionada las funciones de algún servicio con la intención de que los clientes utilicen nuestra aplicación.

Además podemos diferenciar entre API privada y API pública:

Una API privada es aquella que reduce los costes y el tiempo de desarrollo a la hora de integrar sistemas internos, maximizar la productividad y crear apps orientadas a los clientes con el fin de alcanzar a un mayor mercado y ensalzar o dar valor a ofertas ya existentes.

Una API abierta es la que ha sido creada y diseñada para que pueda acceder mayor parte de la población de desarrolladores móviles y web. Es decir, que puede ser usada por los desarrolladores dentro de la propia app que creó la API o por cualquier otro desarrollador fuera de esta constitución.

  • Hacen la vida más sencilla a los desarrolladores

  • Reducen el trabajo

  • Controlan el acceso a los recursos

  • Son sencillas de utilizar

  • Se utilizan para la comunicación entre servicios

Podemos diferenciar entre cuatro tipos de API:

APIS de servicio web: Son los interfaces de desarrollo que hacen posible el intercambio de información entre una aplicación y un servicio web. Por norma general, este intercambio suele ser a partir de peticiones HTTP o HTTPS.

APIS basadas en clases: Estas permiten la unión con datos en torno a las clases, normalmente orientadas a objetos con JAVA. Esta usa clases abstractas para crear apps al igual que cualquier programa que se desarrolle en este lenguaje.

APIS de funciones en sistemas operativos: Los software están en continua interacción con los sistemas operativos y en la mayoría de las ocasiones es a través de las API.

APIS basadas en bibliotecas: Estas son las que hacen posible que una app importe una biblioteca desde otro software para llevar a cabo el cambio de información. A día de hoy la mayoría de las bibliotecas están diseñadas en JavaScript.

Google Maps: Nos permite incrustar mapas en nuestro propio sitio utilizando JavaScript pudiendo usar y manipular a nuestra necesidad.

Youtube: Lo podemos utilizar para crear sitios web y también para apps de escritorio para que consigan información tanto de los usuarios como de los videos.

Amazon S3: Permite guardar archivos en una infraestructura dada por Amazon con un precio inferior al que nos costaría crear nuestra propia red de servicios.

Facebook: Uno de los mayores sitios donde más beneficios de negocio podemos encontrar como por ejemplo agencias de viajes gracias a todos los usuarios que tiene. Por otro lado, hace una años, Facebook se vio obligada a crear una API de código abierto para combatir cierto tipo de propaganda dañina como propaganda terrorista, la explotación infantil o la violencia gráfica

En definitiva podemos decir que todas aquellas implementaciones o soluciones que nos ayuden en el trabajo diario, ya sea para solventar problemas, ejecutar funciones o ahorrar tiempo y dinero son necesarias y beneficiosas para nosotros.
Podemos afirmar que hay APIS por todos los lados aunque nosotros no seamos capaces de identificarlas, otras muchas veces las identificamos pero no somos conscientes de lo que son.

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