El e-commerce nos permite comprar o vender un artículo a cualquier hora y desde cualquier lugar, lo que ha supuesto una revolución sobre los hábitos de consumo de la sociedad.
Si te estás preguntando cuál es la definición de comercio electrónico, es muy sencilla: Cualquier transacción de compra-venta de bienes o servicios realizada por internet.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de comercio electrónico?
Cuando hablamos de comercio electrónico, nos referimos a la compra y venta de cualquier producto o servicio que se haga a través de internet. Entonces, aquí entraría, por ejemplo, desde vender por internet una simple camiseta, hasta la contratación de un seguro para tu coche a través de internet.
¿Cuándo se creó el comercio electrónico?
Se considera que las bases del e-commerce fueron establecidas por Michael Aldrich en 1979, cuando conectó su TV al ordenador a través del teléfono. Esta idea sentó los cimientos del concepto de comercio electrónico como hoy lo conocemos: No visitar una tienda física para poder comprar. Lo cierto es que, no sería hasta muchos años después, cuando se popularizó la adquisición de ordenadores por el usuario medio, cuando empezarían a aparecer las primeras tiendas online.
Jeff Bezos fundó Amazon en 1994, una de las primeras librerías online que consiguió más de 1 millón de ventas por internet en los primeros meses de lanzamiento. Como todos sabemos, con el tiempo, Amazon se convertiría en la tienda online más famosa del mundo.
Pero, lo cierto es que el comercio electrónico comenzó a despuntar a comienzos de los 2.000, cuando la sociedad empezó a tener internet en sus hogares. En ese mismo tiempo, nació Paypal para facilitar las compras online. ¡Hasta entonces, las tiendas online aceptaban cheques como pago!
Actualmente, basándonos únicamente en datos de España, el 71% de los usuarios de internet realizan compras online habitualmente, esto es más de 19 millones de personas solo en España.
¿Para qué sirve el comercio electrónico?
El comercio por internet es una herramienta muy poderosa para las empresas y los usuarios. A nivel empresarial, el hecho de poder comercializar tus productos a cualquier hora y desde cualquier lugar, supone que tus ventas podrán crecer de forma exponencial. Además, al tener tú el control, puedes aportar toda la información adicional que desees sobre tu producto, lo que propiciará mayor número de ventas.
Como usuario o comprador, el comercio online nos da una libertad mayor sobre lo que adquirimos. Por ejemplo, podemos comparar el precio del producto de forma rápida y sencilla entre los distintos marketplaces, además de conocer de primera mano la opinión de otros compradores. Y, lo más obvio: Comprar de forma cómoda, desde casa y a cualquier hora.
Todo esto no son más que ventajas del comercio electrónico frente a la compra offline tradicional
¿En qué se diferencia el e commerce y la presencia en internet?
Hoy en día, casi cualquier empresa cuenta con presencia en internet. Web, blog, redes sociales… Nada nuevo. Brindar información por internet a tus posibles clientes sobre tus productos o servicios es algo más que necesario a día de hoy. Pero algunas empresas van más allá y cuentan con tienda online. De esta forma, además de tener presencia en internet, podrán vender por internet sus productos.
Se podría considerar que, una vez tengamos una presencia en internet sólida, el paso natural para cualquier empresa es crear su tienda online o comercializar sus productos en tiendas de terceros. Aquí habrá que tener muy en cuenta la experiencia de usuario para crear una tienda online que triunfe.
Estadísticas del comercio electrónico
Una buena forma de medir algo es con estadísticas y, las relacionadas con el comercio online, son muy positivas.
Algunos datos relevantes sobre las ventas por internet serían los siguientes:
Por penetración, los países con más compradores online son Indonesia (86%), China (82%) y Alemania (81%). El cálculo, para que sea realista, se hizo dividiendo el número de consumidores de comercio online entre los usuarios de internet de cada país. Según un estudio realizado por Eurostat, en Europa señala que más del 70% de los usuarios de internet son compradores online y la media mundial está en el 75%.
Si esto lo aplicamos al mobile commerce, la media mundial está entorno al 55%, aunque en España ronda entorno al 40% de los internautas únicamente.
Respecto a las edades, está claro que cuanto más jóvenes, mayor penetración habrá y el rango de 16 a 24 años son los principales consumidores de comercio electrónico. A pesar de que el nivel adquisitivo pueda ser menor.
El gasto promedio anual varía bastante según países, como es lógico. En España, en 2018 se produjo un gasto de 525 € por usuario, mientras que en EE.UU., que lidera esta estadística, cada usuario gastó de media 1.703 €.
Por categorías de productos, en el top 3, los más vendidos fueron moda y belleza (525 miles de millones de $), seguido de electrónica (393 miles de millones de $ ) y alimentación y cuidado personal (209 miles de millones de $).
Tipos de comercio electrónico
B2B
El comercio online B2B (business to business) es el comercio electrónico realizado entre empresas. En este tipo de comercio online tiene tanta importancia el front-end como el área privada del cliente. Es por eso, que de un solo vistazo, el cliente-empresa podrá tener acceso al listado de productos que compra, pedidos recurrentes, tiempos de entrega y stocks, facturas…
Al final, este tipo de transacciones suelen ser ventas recurrentes, y no se trata tanto de atraer nuevos clientes sino de fidelizar al cliente existente.
B2C
Cuando hablamos de comercio online B2C (business to customer), nos referimos al comercio electrónico “tradicional”, entre empresas y personas. Para este tipo de comercio online, el diseño de la tienda online da mucha más importancia a la imagen, al front-end, que al área personal del comprador. Como suelen ser productos más generalistas, es importante tener una presencia en internet alta así como una relación positiva con los clientes, para que el comprador conozca tus productos y no se decante por la competencia.
C2C
Esta forma de comercio electrónico es customer to customer, es decir, entre personas y está en más auge que nunca. Siempre han existido los anuncios clasificados del periódico, ahora con la evolución de internet, la compra-venta entre personas están teniendo un crecimiento imparable. En muchos casos, el vendedor actuará prácticamente como una tienda online al uso, anunciando su producto, con fotos profesionales, reviews de compradores anteriores, aceptando varias formas de pago y enviando el producto a la casa del comprador en muy poco tiempo.
C2B
El último tipo de comercio electrónico, y menos extendido, es el Customer to Business. Pero no se trata de una venta de una persona física a una empresa sino que el usuario ofertará cuánto está dispuesto a pagar por un bien o servicio. Por ejemplo, una subasta de un vuelo o de un hotel. Otro buen ejemplo serían empresas que permitan a los compradores agruparse para hacer una compra entre todos de algún producto y obtener, entonces, un descuento por volumen.
Cómo crear una tienda online y vender por Internet
Para empezar a vender por internet hay dos opciones o crear tu propia tienda online o vender tus productos a través de un marketplace (Amazon, Google Shopping, Ebay…).
La segunda opción es mucho más sencilla que la primera, únicamente tendrás que publicar tus productos en la web del vendedor, si bien es cierto las comisiones por venta que se llevan algunos marketplace harán que el margen con el que te quedes sea mínimo.
Para crear una tienda online, una de las primeras cosas que tendrás que pensar es cuántos productos vas a comercializar, ya que no es lo mismo vender 50 productos que 5000. También tendrás que tener en cuenta si tu e-commerce es B2C o B2B. Porque, por ejemplo, algunos softwares están más orientados a un tipo que otro por las diferentes integraciones que nos permiten realizar (ERP, CRM…).
Una vez hayamos realizado las diferentes investigaciones de cual es el software que mejor encaja con nuestro modelo de negocio, será momento de crear la tienda online. Ahí entra el desarrollador web, el cual construirá la tienda online para que funcione correctamente en cualquier plataforma.
El diseño de la tienda online es muy importante. Por ejemplo, contar con buenas fotografías de los productos, así como descripciones claras y descriptivas es imprescindible. Cuanta más información aportemos al usuario, más probable será que realice una compra.
Para vender por internet, hay que tener en cuenta las diferentes normativas y la ley del comercio electrónico. Tu tienda online deberá cumplir diferentes directrices para que esté dentro de la legalidad. La más importante será la ley 34/2002 de 11 de julio. Y es importante cumplir también con la LOPD.
Una vez tengamos preparada la tienda a nivel de desarrollo y a nivel legal, será el momento de integrarla con los métodos de pago que vamos a aceptar (Paypal, tarjeta de crédito, etc), para lo cual habrá que realizar diferentes tests con las empresas financieras que participen en este proceso.
En cuanto tengamos los métodos de pago disponibles, ¡Ya podemos vender!. El marketing aquí será clave para conseguir ventas. Probablemente tengas que invertir bastante tiempo (y dinero) en diferentes campañas; marketing de contenidos, publicidad online, etc…
Puntos importantes de un buen comercio electrónico.
Tu comercio online debe cumplir algunos aspectos, siempre teniendo en cuenta la usabilidad y el diseño de la tienda online:
Orden: La distribución de los productos y demás elementos de la tienda online, así como la cantidad de productos que pongamos por página será clave para tener una tienda ordenada o no. Cuanto más sencillo sea el diseño de la tienda online, más fácil navegar por ella y encontrar lo que el usuario busca. Esto se traducirá, probablemente, en ventas.
Información: El principal problema de vender por internet es que el producto no es tangible. En algunos casos esto es indiferente, sobre todo si vas a adquirir un servicio, pero en otros será el principal motivo para abandonar el carrito. Es por eso que toda la información que podamos aportar sobre el producto, hará que la venta sea más propicia.
Velocidad: Una tienda online con un tiempo de carga lento, hará que muchos posibles clientes directamente la abandonen.
Proceso de compra sencillo e intuitivo: Cuantos menos pasos tenga tu proceso de compra, menos probable será que abandonen el carrito. Por lo que deberemos crear un proceso sencillo, con pocos pasos que rápido nos lleve a la pasarela de pago.
Contacto y FAQ (preguntas frecuentes): Aportar diferentes vías de contacto y responder a todas las posibles preguntas que se haga el usuario (tiempos de envío, política de devoluciones, etc), harán que el comprador nos vea con mayor seguridad y confianza.
Call to action (CTA): Las llamadas a la acción en una tienda online, en muchos casos, serán clave para que el comprador “pique”. Un banner ofreciendo un descuento a cambio de suscribirse a la newsletter es un buen ejemplo de un CTA efectivo.
El futuro del comercio electrónico
El futuro del comercio online es muy prometedor, si nos basamos en el crecimiento exponencial que ha tenido en los últimos años. Se calcula que para el año 2.050 el 95% de las ventas mundiales serán realizadas a través del comercio por internet. Y lo cierto es que ahora, si intentamos pensar algo que no puedas comprar por internet, cuesta encontrarlo ¿Verdad?.
Se estima también que las compras a través de móvil seguirán creciendo como lo han venido haciendo hasta ahora y que la realidad aumentada y la realidad virtual ganarán fuerza para ofrecer al cliente una experiencia de usuario más satisfactoria.
Otro detalle importante es que el comercio electrónico seguro será, valga la redundancia, cada vez más seguro. Como hemos podido observar con la entrada en vigor de la nueva ley europea de servicios de pago, la normativa psd2. Puedes informarte más sobre ella leyendo el artículo Qué es la directiva PSD2 en nuestro blog. Lo que hará que los más reticentes se lancen a comprar por internet.